Volcomanía

Es curioso cómo empezó todo... imaginaros que os vais de viaje con un amigo, a un destino cualquiera, y que al término de este tenéis en mente una de las empresas que con el paso de los años se convertirá en una de las empresas de streetwear más importantes del mundo. ¿Imposible? Pues algo así es lo que sucedió con Volcom. Retrocedamos a Marzo de 1991, al lago Tahoe (Estados Unidos)...

Richard Woolcott y Tucker Hall eran unos amantes del snowboard y emprendieron un pequeño viaje de corta estancia. Tras pasar cuatro días en la nieve, Tucker llamó a su trabajo para poder alargar su periodo de vacación y seguir disfrutando. Viendo que todos los días, al levantarse, ambos gozaban haciendo deporte; a las dos semanas Richard Woolcott abandonó su trabajo. Decidieron emprender la creación de una marca ligada a su deporte, que finalmente no se logró por diversos motivos.

Con la llegada de la primavera y especialmente con el buen tiempo, Richard y Tucker decidieron crear una compañía de ‘riders’ basada que englobara las tres "S": snow, surf y skate. Y eso junto con los 5000 dólares que Richard tenía de ahorro fueron los revulsivos para que Volcom arrancara de una vez. Hoy en día, esta marca genera millones de ganancias al año.

Al carecer de recursos, la sede central de la marca se situó en un principio en Newport, en la habitación de Richard para ser exactos. Ninguno de los dos sabía lo que les venía encima. No sabían nada de moda, pero tenían buen ojo a la hora de hacer gestiones. Su primer año fue muy costoso, pero consiguieron ganancias de 2600 dólares. Pronto empezaría a dar sus frutos esta nueva marca, que con el paso de los años no ha abandonado su espíritu aventurero y han mantenido la misma filosofía a la que se acojieron desde el principio: ‘nacer a través del arte, música, cine y deportistas’.