RVCA Outlet

“A Maddi le encantaba aquella sudadera RVCA vieja que había por casa. Se la ponía para ver la tele, estudiar o tocar la guitarra; no porque fuera a la moda, ni porque calentara excesivamente; se la ponía porque así recordaba a su hermano, y, aunque él ahora trabajara a miles de kilómetros de distancia, se sentía un poco más cerca de él al ponerse aquella sudadera que tanto le gustaba. Lo echaba de menos. La casa le parecía vacía desde que él se fue y Maddi se quedó de hija única. Un día, mientras aprendía una canción nueva con la guitarra, tocaron el timbre. Se levantó, se arrebujó en aquella sudadera y fue hacia la entrada. Se preguntaba quién podría ser a aquellas horas. Cuando abrió la puerta, la casa pareció iluminarse por dentro. Su hermano estaba en la puerta, sonriéndole. Ella se quedó paralizada, sin saber que decir. Su hermano, simplemente, la abrazó. Después se sentaron a hablar. Él saco de su maleta una sudadera RVCA nueva para ella. Maddi le preguntó que a ver dónde la había conseguido. Él le dijo que, para acordarse de ella, de vez en cuando buscaba cosas como esa por internet. Aquella vez, sin embargo, llegó al outlet RVCA de la página web de Atlas y decidió comprarle la sudadera. Entonces se le ocurrió que era incluso mejor dársela en persona. Y, después de mucho tiempo, ahí estaba él: de vuelta en casa.”

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