Bolsos urbanos, bolsos para surferos y skaters

Cuando tenía 13 años quedaba con mis amigas todos los sábados por la tarde para sentarnos en un banco, hablar de chicos y comer pipas. Era la rutina de todas las semanas. Un día, María apareció con un bolso. Era un bolso de ropa urbana, color beige, pequeñito y con un asa corta. Aquel fue todo un acontecimiento, ya que era la primera en tener bolso. A partir del sábado en el que María apareció con su bolso nuevo, todas nos fuimos comprando uno. El mío era un bolso para skate, uno cómodo y bonito que podía llevar conmigo a todas partes, incluso cuando iba a practicar mi deporte favorito. Después de todos estos años que han pasado, no recuerdo la última vez que salí a la calle sin uno. Sin duda me sentiría como si fuera desnuda si no lo llevara.