WallieWood, una segunda vida para las tablas de skate

Raúl creció con un patín bajo sus pies. Durante años, fue guardando las viejas tablas que iba rompiendo de tanto uso, sin saber muy bien qué utilidad podrían tener, pero le daba pena tirar aquellos skates con los que había pasado horas patinando.

Estudió diseño de mobiliario y conoció a Laura, diseñadora que también había estudiado audiovisuales.

Ambos tenían la inquietud de hacer algo con las tablas. Les gustaban sus colores, su construcción a partir de siete láminas prensadas de arce canadiense, una madera muy resistente y pintada de colores llamativos.

Raúl, en sus ratos libres, dado que siempre había sido un manitas, empezó a experimentar con ellas. Las pintaba, las cortaba, hacía pequeñas piezas… pero aquello no era más que un experimento.

Hace un año ocurrió algo que lo cambió todo: la pandemia. La situación laboral cambió y Raúl y Laura se vieron obligados a volver al pueblo, donde tenían un viejo taller familiar. Ahí tomó forma el proyecto WallieWood. Disponían del tiempo, un lugar donde crear, una pasión, muchas ganas y su fe en la economía circular y los modelos de producción más sostenibles.

En pocos meses, unieron todas las ideas que tenían y decidieron reinventarse. Ahora diseñan y comercializan lámparas y artículos de joyería a partir de viejos skates y retales de otras maderas que reutilizan, como pino, iroko, olivo o roble.

Pero, ¿por qué WallieWood? “Es la simbiosis del mundo del skate y de la madera. Wallie hace referencia a un truco o maniobra del skate; y Wood significa madera en inglés. Con ese nombre quedaban reflejados los materiales básicos con los que creamos nuestras piezas: las tablas de skate y las maderas reutilizadas”, nos explica Laura.

En la actualidad, WallieWood, Laura y Raúl, están inmersos en la tarea de hacer despegar su proyecto, centrados en la forma de darse a conocer y llegar a la gente, sin dejar de lado el taller.

Nos explican que vivir de la artesaría no es fácil, pero que están ilusionados y en el camino. Este modelo de empresa sostenible no está muy asentado en nuestro país, no porque falten iniciativas, sino porque es difícil prosperar.

Para ellos no solo es importante el reciclaje en general. También dar una segunda vida a algo que ha formado parte de su vida. El valor que tiene una tabla de skate no es solo el valor material, sino también todas las horas que alguien ha pasado encima de esa tabla, cayéndose hasta conseguir hacer trucos tras muchos intentos.

A Laura y Raúl les parece apasionante que un trocito de esa tabla esté dentro de una lámpara que ilumina tu salón o sea parte de un anillo que va contigo a todas partes.

Sus piezas acostumbran tener un diseño geométrico, con muchas aristas y ángulos, para resaltar tanto la colorimetría de las tablas de skate como la veta y naturaleza de los distintos tipos de maderas que utilizan.

Laura y Raúl nos enviaron un email hace unas semanas, presentándonos su proyecto. Estuvimos mirando su web y nos encantó su trabajo. Pensamos que merece la pena y nos encanta haber hablado con ellos y ser partícipes de su aventura. Este es un #proyectostoked en toda regla y tenía que estar en Atlas de alguna forma.

Si eres amante del patín, las piezas únicas y especiales de WallieWood te van a encantar.

Larga vida a las tablas y larga vida a WallieWood.